¿Que son las ETS?
Para prevenir las ETS, es fundamental conocer su existencia,
los medios de transmisión, optar por una conducta sexual segura, ya sea
abstenerse del contacto sexual, tener pareja única o practicar el sexo seguro
y, en caso de presentar síntomas, acudir precozmente a la atención sanitaria.
También es imprescindible evitar compartir jeringas.
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) ―también
conocidas como enfermedades de transmisión sexual (ETS),1 y antes como
enfermedades venéreas― son un conjunto de afecciones clínicas
infectocontagiosas que se transmiten de persona a persona por medio del contacto
sexual que se produce, casi exclusivamente, durante las relaciones sexuales,
incluido el sexo vaginal, el sexo anal y el sexo oral. Sin embargo, pueden
transmitirse también por uso de jeringas contaminadas o por contacto con la
sangre, y algunas de ellas pueden transmitirse durante el embarazo o el parto,
desde la madre al hijo.2
La mayor parte de las enfermedades de transmisión sexual son
causadas por dos tipos de gérmenes: bacterias y virus, pero algunas también son
causadas por hongos y protozoarios.

Pruebas para diagnóstico de ETS
Las pruebas para diagnóstico de ETS pueden aplicarse para
buscar una sola de estas infecciones o bien incluir varias pruebas individuales
para una amplia gama de ellas, entre ellas las pruebas para sífilis, gonorrea,
chlamydia, hepatitis y las pruebas de VIH. Sin embargo, no existe ningún
procedimiento que pueda aplicarse para detectar la presencia de absolutamente
todos los agentes infecciosos, así que es importante saber para cuál de las
diferentes ETS sirve cada una de las pruebas.
Prevención
El mejor método más seguro de prevención es teniendo una
sola pareja sexual (Monogamia mutua), evitando tener relaciones sexuales con
más de un(a) compañero(a), o la abstinencia
Los preservativos o condones proporcionan protección cuando
se utilizan correctamente como barrera desde/hacia el área que cubren. Las
áreas descubiertas todavía son susceptibles a muchas ETS. En el caso del VIH,
las rutas de transmisión sexual implican casi siempre el pene, puesto que el
VIH no puede esparcirse a través de la piel intacta; así, al proteger el pene
de la vagina o del ano con un condón usado correctamente, se impide con
eficacia su transmisión. Un líquido infectado en una piel rota que llevase a la
transmisión directa del VIH no sería considerado “transmitido sexualmente”, pero
puede ocurrir teóricamente durante el contacto sexual; esto puede evitarse
simplemente dejando de tener contactos sexuales cuando se tiene una herida
abierta. Otras ETS, incluso infecciones virales, se pueden prevenir con el uso
de los condones de látex como barrera.