Investigadores del Alzheimer en
la Universidad de Harvard están escaneando por primera vez el cerebro de
pacientes saludables en busca de la presencia de una proteína característica
llamada tau, que forma una mezcla de fibras nerviosas asociadas con la fatal
enfermedad.
Las nuevas ecografías son parte
de una extensa prueba clínica llamada Tratamiento Antiamiloide en Alzheimer
asintomático o A4, el primero diseñado para identificar y tratar pacientes con
las primeras etapas de la enfermedad antes de que comience la pérdida de la
memoria. Los pacientes aceptados a la prueba A4 ya tienen depósitos de beta
amiloide, la otra proteína asociada con el Alzheimer.
La adición del escáner de las tau permitirá a
los científicos a lograr un mejor entendimiento de los eventos que llevan al
alzheimer. La enfermedad afecta a 5 millones de estadounidenses y se prevé que
16 millones sufran de Alzheimer para el 2050. La doctora Reisa Sperling, del
Hospital General de Massachusetts en Boston y quien dirige la prueba de 1.00 pacientes,
dijo que tau es comúnmente hallada en pequeñas cantidades en personas
saludables de más de 70 años, pero está generalmente limitada a un área del
cerebro llamado lóbulo temporal medial. Cuando está presente el amiloide, de
alguna manera abre la puerta para que las tau se extiendan a otras partes del
cerebro, causando la muerte de células y el declive cognoscitivo. "Las tau
son (...) las que dañan el cerebro.
Poder verlo en seres humanos
vivos es un avance", dijo el doctor Keith Johnson, director de neuroimagen
molecular en el hospital, que lidera la parte de imágenes de la prueba A4. En
el estudio, a los pacientes se les ofrecerán tratamientos para remover los
amiloides del cerebro con la esperanza de contener las tau. Varias compañías
han desarrollado fármacos para remover los amiloides y alterar el curso del
Alzheimer, pero todos fracasaron en mostrar beneficios significativos.
Sperling y otros investigadores
creen que ello se debe a que los medicamentos fueron utilizados demasiado tarde
después del comienzo de la enfermedad. En el 2012, el fármaco solanezumab, de
Eli Lilly, falló en frenar la enfermedad en dos pruebas con pacientes con
síntomas leves a moderados.
Pero los resultados combinados
mostraron que el medicamento pareció enlentecer el declive cognoscitivo en un
34 por ciento entre los pacientes que comenzaron con síntomas leves. Los
pacientes en la prueba A4 recibirán de forma aleatoria el fármaco antiamiloide
de Lilly o un placebo por unos tres años. Lilly financia la prueba, junto con los
Institutos Nacionales de Salud y varias organizaciones filantrópicas.
Los investigadores planean tomar
imágenes de las proteínas tau en hasta 500 pacientes en la prueba A4.