Es importante para los pacientes de VIH que tengan un
control adecuado de su enfermedad, pero también lo es para la población en la
que vive, ya que esto conllevará un menor riesgo de transmisión. Aún no se sabe
con certeza si los beneficios del tratamiento se extienden por igual en todas
las capas sociales, independientemente de su nivel socioeconómico. Un estudio
reciente sugiere que en Baltimore (Estados Unidos) la cualidad del cuidado, el
control de la infección y la esperanza de vida estimada de una persona
infectada por VIH es similar en todas las capas sociales y grupos de riesgo.
Desde hace unos años es posible controlar de forma adecuada
la infección por VIH en la mayoría de los pacientes con tratamiento
antirretroviral. Esto ha permitido que una enfermedad necesariamente mortal
hace dos décadas se haya transformado en controlable, aunque todavía no se
disponga de cura.
Uno de los grandes retos actuales es que estos beneficios
lleguen a todos los estratos de la población y a todos los países,
independientemente de su renta o situación social. En países en vías de
desarrollo ha habido un avance espectacular de número de personas tratadas en
los últimos 10 años, lo que ha llevado a algunos países a ver disminuido el
número de nuevas infectados en casi un 20% desde el comienzo de la epidemia. Lo
que no es tan conocido es si el control de la infección por VIH es equivalente
en un país desarrollado entre distintas capas sociales. Es decir, ¿la situación
económica o social influye en un adecuado control del VIH?
Esta pregunta la han tratado de responder un grupo de
investigadores de la Universidad John Hopkins de Baltimore, en Estados Unidos.
Para ello, se estudiaron todos los pacientes visitados en este centro desde
1995 al 2010, y compararon si había diferencias en el control de la infección
por VIH según el grupo de riesgo, sexo y raza. Desde 1995 a 2010 visitaron
6.366 pacientes, de los cuales en 2010 un 87% estaban recibiendo tratamiento
antirretroviral. La inmensa mayoría de los pacientes mantenían una carga viral
indetectable, y la mediana de CD4 era casi normal (475 células/mm3). Las tasas
de infecciones oportunistas y muerte fueron bajas, y no se observaron
diferencias entre los grupos de riesgo. La única diferencia que se observó es
que los pacientes que eran adictos a drogas vía endovenosa tenían una cifra de
defensas algo más baja y una media de carga viral algo más alta comparada con
otros grupos. Los autores calcularon que en 2009 una persona prototipo de 28
años infectada por VIH controlada en su centro tenía una esperanza de vida
estimada de más de 45 años que no difería por grupo social o de riesgo.
Estos datos indican que es posible con unas políticas
adecuadas conseguir un control de la infección por VIH en la mayoría de la
población, lo que es una excelente noticia para el control de la epidemia.
Bibliografía:
Improvement in the Health of HIV-Infected Persons in Care:
Reducing Disparities. Richard D. Moore, Jeanne C. Keruly, and John G. Bartlett.
Clin Infect Dis. (2012) doi: 10.1093/cid/cis654 Epub ahead of print
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